La melancolía es un río de sangre colmado de peces clamando ilusión,
Un río que cruza los pechos buscando lo rancio para hacerlo objeto de adoración.
Un río que cruza los pechos buscando lo rancio para hacerlo objeto de adoración.
Los peces susurran secretos de nombres gastados,
Y buscan respirar de la sangre todo lo que fue sin dar nada a cambio.
Y buscan respirar de la sangre todo lo que fue sin dar nada a cambio.
La melancolía es una nube que atraviesa los cielos lloviendo pasados,
Una nube triste, atada a los linderos del tiempo y a lo ya palpado.
Una nube triste, atada a los linderos del tiempo y a lo ya palpado.
Es una niebla que busca lo nuevo para postrarlo en la cruz de lo vivido,
Un espasmo de lo que fue, una convulsión que brota de una grieta y un vahído.
Un espasmo de lo que fue, una convulsión que brota de una grieta y un vahído.
La melancolía soy yo, eres tú, es ese mundo que ha quedado olvidado,
Sofocado entre las sombras, ciego, obscuro, mutilado.
Sofocado entre las sombras, ciego, obscuro, mutilado.
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